Martes de la 1a semana de Cuaresma
El Evangelio del día
Evangelio según San Mateo 6,7-15.
Jesús dijo a sus discípulos:
Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados.
No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.
Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre,
que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido.
No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.
Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes.
Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.
Comentario: Evagrio Póntico (345-399)
Monje en el desierto de Egipto
Filocalia de Padres Népticos, Capítulos sobre la oración (Philocalie des Pères neptiques, Chapitres sur la prière, DDB-Lattès, 1995
Si deseas rezar
La oración es un retoño de la mansedumbre y de la ausencia de cólera.
La oración es fruto de la alegría y la acción de gracias.
La oración es exclusión de la tristeza y del desaliento. […]
Si deseas rezar correctamente, no entristezcas a nadie, Sin esto, en vano corres.
Está escrito, deja tu ofrenda delante del altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano (cf. Mt 5,23-24). Habiendo vuelto, rezarás sin turbación ya que el resentimiento enceguece la razón del que reza y oscurece sus oraciones.
Los que acumulan interiormente penas y resentimientos se asemejan a gente que saca agua para verterla en un barril agujereado. […]
Si quieres rezar “en espíritu”, no tengas aversión por nadie y no tendrás nubes que te obscurezcan la vista durante la oración. […]
La atención en busca de la oración, encontrará la oración. Si algo sigue a la oración, es la atención. Es necesario, entonces, aplicarse.
Tal como la vista es lo mejor de todos los sentidos, la oración es la más divina de todas las virtudes. […]
Cuando en tu oración hayas llegado arriba de toda alegría, es entonces que en verdad has encontrado la oración,
