Jueves de la 31a semana del Tiempo Ordinario
El Evangelio del día
Evangelio según San Lucas 15,1-10.
Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo.
Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo entonces esta parábola:
«Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla?
Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría,
y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: «Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido».
Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse».
Y les dijo también: «Si una mujer tiene diez dracmas y pierde una, ¿no enciende acaso la lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla?
Y cuando la encuentra, llama a sus amigas y vecinas, y les dice: «Alégrense conmigo, porque encontré la dracma que se me había perdido».
Les aseguro que, de la misma manera, se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte».

San Nersés Shnorhalí (1102-1173)
patriarca armenio

Jesús, Hijo Único del Padre
¡Señor, yo me alejé!
Me alejé, a ejemplo de la oveja,
De tu tropilla que pastaba,
Bajé el número de la centena
Que has dejado en el desierto de lo alto.

Has venido por amor, buscando a la única.
Una vez encontrada, la has llevado al cielo en hombros,
Has completado el número de la tropilla,
Para hacer la alegría de los Ángeles.

Me has llevado a mí también, Señor, con la multitud,
Me has lavado del barro y del fango del pecado,
En ellos de nuevo me revuelco,
Como alguien que está en la basura.

Lávame nuevamente por medio de las lágrimas,
Concede a mi alma impenitente
Un arroyo abundante y burbujeante,
Como manantial desbordante.

Y yo que me perdí voluntariamente,
Hazme retornar a tu voluntad divina.
La voluntad de mi libre arbitrio principesco
Apártala cuando ella no te obedece.

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Acerca de renaceralaluz

Decidí hace ya mucho tiempo vivir una vida coherente en razón de mis principios cristianos, lo que quiere decir que intento, en la medida que alcanzan mis fuerzas, llevar a la vida lo que el corazón me muestra como cierto: al Dios encarnado en Jesucristo con sus palabras, sus hechos y su invitación a salir de mi mismo para donarme sin medida. Adagio: El puente más difícil de cruzar es el puente que separa las palabras de los actos. Correo electrónico: 21aladinoalad@gmail.com

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