La grandeza se esconde en la cotidianidad de la belleza y la humildad de aceptar lo que se es.

Te doy gracias Señor por que nos hiciste autónomos, con libertad para abrazarte o para hacer nuestro propio camino. El sol sigue saliendo para buenos y malos, lo mismo que la lluvia y el arco iris; el amanecer nos abraza a todos por igual. Tú susurras todos los días palabras de amor en las flores con el efluvio de sus esencias, en la inocencia de los niños, en la brisa suave que nos envuelve y acaricia, en el agua cristalina y fresca que nos paraliza en un torbellino de vaivenes e hipnótico cantares, en el vuelo suave de la cigüeña, en la fidelidad de un amigo. Si Padre, tú te regalas y sigues esperando a todos por igual; a los que se entregan a ti sin medida, pero también a los que dudan y confían más en sus fuerzas que en tus promesas, a los que se sirven de ti y de la religión buscándose a sí mismos; también a los hijos rebeldes que quieren hacerte desaparecer de sus vidas y de la vida de los demás. De todos ellos, Padre, solo deseas que reconozcan al único Dios que se reveló en la historia y puede salvarlos y llenar sus vacíos de amor y de paz.

Simplemente por el hecho de ser nuestro Padre te derramas sin medida, sin limite, con un amor perfecto, porque solo Dios puede amar sin egoísmos e intereses, sin imperfecciones y dobleces. Tan genuino es tu amor que no dudaste incluso en desprenderte de lo más querido, tu propio hijo. Y todo para que nosotros tengamos vida en abundancia de dones y al mismo tiempo, vida de paz y vida Eterna.¡Dios mio, y Señor mio, bendito y alabado seas por siempre¡ ¡Gloria a ti Dios mío que confortas los corazones lastimados, traes paz a las familias, sanas las heridas, curas las dolencias, regocijas el alma, resucitas a los muertos, das luz cuando las tinieblas nos envuelven, y esperas a la puerta cada día, oteando el horizonte, para abrazar y festejar a este hijo que vuelve a la casa, a tú casa! https://youtu.be/37DbTJu7Oec