El anhelo más grande del hombre es no morir, o dicho de otra manera: vivir eternamente. Jesús hoy nos muestra el camino para que ese deseo se haga realidad en cada uno de nostros, a saber, ser fiel a su Palabra; como él -Jesus mismo- lo fue con respecto al Padre Eterno. San Pablo lo deja aún mas claro cuando dice: el que venga con una Evangelio diferente, sea Anatema (apartado, excluido, excomulgado). Cf: Gálatas 1,8

Jueves de la 5a semana de Cuaresma
El Evangelio del día
Evangelio según San Juan 8,51-59.
Jesús dijo a los judíos:
«Les aseguro que el que es fiel a mi palabra, no morirá jamás».
Los judíos le dijeron: «Ahora sí estamos seguros de que estás endemoniado. Abraham murió, los profetas también, y tú dices: ‘El que es fiel a mi palabra, no morirá jamás’.
¿Acaso eres más grande que nuestro padre Abraham, el cual murió? Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?».
Jesús respondió: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. Es mi Padre el que me glorifica, el mismo al que ustedes llaman ‘nuestro Dios’,
y al que, sin embargo, no conocen. Yo lo conozco y si dijera: ‘No lo conozco’, sería, como ustedes, un mentiroso. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra.
Abraham, el padre de ustedes, se estremeció de gozo, esperando ver mi Día: lo vio y se llenó de alegría».
Los judíos le dijeron: «Todavía no tienes cincuenta años ¿y has visto a Abraham?».
Jesús respondió: «Les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy».
Entonces tomaron piedras para apedrearlo, pero Jesús se escondió y salió del Templo.

San Cesáreo de Arlés (470-543)
monje y obispo

Homilía 83
Abraham vió mi día
¿Entonces, dónde se efectuó este encuentro [de Abraham y de sus tres visitadores]? «En la encina de Mambré», lo que significa «visión» y además «perspicacia». ¿Veis en qué lugar el Señor puede organizar un encuentro? Es verdad que las cualidades de clarividencia y de perspicacia de Abraham le gustaban al Señor; tenía el corazón puro, de modo que le era posible ver a Dios (cf Mt 5,8). En tal lugar, en tal corazón, el Señor podía pues reunir a sus convidados.
En el Evangelio, el Señor habló a los judíos de este encuentro; les dice: «Abraham, vuestro padre, exultó al pensar que vería mi día. Lo vio y desbordó de alegría «. » Vio mi día «, dice, porque reconoció el misterio de la Trinidad. Vio en su día al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, y a las tres personas reunidas en un solo día, totalmente en un Dios Padre, un Dios Hijo y un Dios Espíritu Santo, que son tres en un sólo Dios.
En efecto, cada persona divina en particular es un Dios separado, y simultáneamente las tres juntas son Dios. No es incongruente identificar al Padre, al Hijo y al Santo Espíritu en las tres medidas de harina que aporta Sara, ya que hay unidad de sustancia.
Podemos sin embargo avanzar otra interpretación y ver en Sara la imagen de la Iglesia: las tres medidas de harina pueden ser interpretadas como la fe, la esperanza y la caridad. Estas tres virtudes reúnen en efecto los frutos de la Iglesia universal; todo hombre que mereció reunir en él estas tres virtudes, puede estar asegurado de recibir la Trinidad entera en su corazón.

Acerca de renaceralaluz

Decidí hace ya mucho tiempo vivir una vida coherente en razón de mis principios cristianos, lo que quiere decir que intento, en la medida que alcanzan mis fuerzas, llevar a la vida lo que el corazón me muestra como cierto: al Dios encarnado en Jesucristo con sus palabras, sus hechos y su invitación a salir de mi mismo para donarme sin medida. Adagio: El puente más difícil de cruzar es el puente que separa las palabras de los actos. Correo electrónico: 21aladinoalad@gmail.com

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