La vida del creyente no es una competición al modo humano por ver quién llega antes a la meta o quien asciende más alto, o está más lleno de Dios. No es este modelo el camino de la santificación que propone Jesús.
Dios nos trata como personas diferenciadas unas de otras, cada una con su modo de recibir y de ascender (pasa como a los bebés, unos avanzan a brazadas, otros a gatas y otros girando sobre si mismo como pequeños toneles). Hoy Jesús le dice a Pedro, no te preocupes tanto de tú hermano, y ten puesta la vista en mí para seguir mis indicaciones y mis huellas, puesto que solamente yo conozco tú alma y el itinerario más conveniente para tú ascensión que es la gloria de mi Padre y mi propio regocijo. Tú sígueme, no te disperses, que mi amor por tí es el más grande que puedes recibir. El ejemplo ya puso Santa Teresa para explicar las diferentes estancias del cielo: vasos de diversos tamaños todos llenos hasta el borde, cada uno contiene el agua que le cabe y no necesita más (no reclamaría agua de los otros).

Sábado de la 7a semana de Pascua
Evangelio según San Juan 21,20-25.

Pedro, volviéndose, vio que lo seguía el discípulo al que Jesús amaba, el mismo que durante la Cena se había reclinado sobre Jesús y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?».
Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús: «Señor, ¿y qué será de este?».
Jesús le respondió: «Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa? Tú sígueme
Entonces se divulgó entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría, pero Jesús no había dicho a Pedro: «El no morirá», sino: «Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa?».
Este mismo discípulo es el que da testimonio de estas cosas y el que las ha escrito, y sabemos que su testimonio es verdadero.
Jesús hizo también muchas otras cosas. Si se las relata detalladamente, pienso que no bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían.

Comentario: San Gregorio de Nisa (c. 335-395)
monje, obispo

Homilía sobre el Cantar de los Cantares (La Colombe et la Ténèbre, Cerf, 1992)

Jesús le respondió: “Tú sígueme” (Jn 21,22)
[“Levántate, amada mía, y ven hermosa mía. Paloma mía” (cf. Ct 2,13-14)]. La naturaleza divina lleva al alma humana a participar de ella y la trasciende por su altura en el bien. El alma crece siempre en su participación a lo trascendente y no cesa nunca de ampliarse. Pero el bien divino del que participa, permanece el mismo, manifestándose trascendente al alma que participa cada vez más. Vemos así al Verbo guiar a la Esposa hacia las cimas, con ascensiones en la virtud, como en la subida de una escalera. El Verbo le envía primero un rayo de luz por la apertura de los profetas y la trama de los mandamientos de la Ley. Le pide aproximarse a la luz y devenir bella, tomando en la luz la forma de una paloma. Luego, cuando ella ya tuvo parte de sus bienes en toda la medida de su capacidad, como si todavía no hubiera participado de sus bienes, la atrae de nuevo para la participación de la belleza trascendente. En la medida que progresa hacia lo que surge delante de ella, su deseo aumenta. El exceso de bienes trascendentes que se manifiestan, le hace creer que está al comienzo de su ascensión. Por eso el Verbo dice de nuevo “Levántate” a la que ya se levantó y “Ven” a la que ya vino (cf. Ct 2,13). El que se levanta así, no terminará nunca de levantarse. El que corre hacia el Señor no se agotará nunca en recorrer el espacio de la carrera divina. Siempre hay que levantarse y nunca dejar su carrera, cada vez que el Verbo dice “Levántate” y “Ven”, él nos da la fuerza para subir más alto.

Acerca de renaceralaluz

Decidí hace ya mucho tiempo vivir una vida coherente en razón de mis principios cristianos, lo que quiere decir que intento, en la medida que alcanzan mis fuerzas, llevar a la vida lo que el corazón me muestra como cierto: al Dios encarnado en Jesucristo con sus palabras, sus hechos y su invitación a salir de mi mismo para donarme sin medida. Adagio: El puente más difícil de cruzar es el puente que separa las palabras de los actos. Correo electrónico: 21aladinoalad@gmail.com

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