Tu poder no me asustaPerfil del acosador laboral: El acosador laboral no tiene un perfil único común a todos los que ejercen este sistema de atentar contra la integridad psíquica o física de otros, es decir, contra la dignidad de ser persona e hijo de Dios. Aunque concurren en todos ellos algunas de las características que ahora paso a desglosar.
En el perfil psicológico, del compañero o jefe que ejerce el acoso, se pueden dar una o varias de estas características: inseguridad en si mismo; celos de las cualidades o virtudes del compañero; carencia de afectividad y reconocimiento, por lo que pretende convertirse en el centro de atención de la empresa y clientes para llenar ese vacío de su personalidad; y, por ultimo, puede tratarse de un personaje de ambición desmedida y, para ello, obvia todo principio ético y moral con tal de llegar a lo mas alto en la empresa; se trata, por tanto, del consabido trepa. En algunos acosadores concurren todas las circunstancias anteriormente citadas al mismo tiempo, por lo que se convierten en verdugos implacables de sus víctimas.
Su modus operandis consiste principalmente en desacreditar a su compañero o subordinado ante el resto de trabajadores y  clientes de la empresa, y si es delante del jefe, aún, mejor. Para esto se vale de toda clase de estratagemas; como maximizar ante el jefe las pequeñas faltas de su acosado, mientras procura ocultar las suyas o las del jefe; busca, también, cualquier recurso para exasperar a su acosado, entre ellos: esconderle los papeles o cambiarlos de sitio para que se equivoque, provocarlo verbalmente para exasperarlo, intentando a continuación tacharle de violento o machista; si es mujer, de incompetente. Tampoco le importa atacar aspectos de la vida privada del acosado, como pueden ser su familia, la orientación sexual, su aseo personal, etc. Otra estrategia del jefe o compañero acosador consiste en hacerlo sentir inútil dentro de la empresa y para ello utiliza dos recursos, ignorar al acosado (hacerle el vació) sin dirigirle  la palabra, y, el otro  medio, consiste, en ir disminuyéndole, poco a poco, su tarea a realizar; para  crearle, así, un estado de ansiedad generalizado y un sentimiento de inutilidad que acabe con su autoestima.
Por otro lado, para el Jefe o compañero acosador no existe ningún deseo por llegar a un acuerdo y proponer una salida decorosa a su victima; su única meta son sus intereses y su ego, entre estos destacan: escalar en la empresa como ya se ha mencionado a cualquier precio; el robo, para lo cual el acosado se convierte en testigo indeseable por su moral supuestamente “estrecha”; o, como también se ha comentado, quitarse de en medio un compañero que le hace sombra, según su torcido entendimiento.
Los principios del acosador: si es por parte del jefe el resultado de su cuenta bancaria; librarse de pagar una indemnización por despido improcedente; y si es de parte del compañero, su propio yo egoísta con su multiplicidad de manifestaciones. Para deshacerse de su victima no importa el como, ni el coste psicológico o físico de degradación al que le sometan; lo importante es sacarlo de la empresa, su vida o su muerte no importa nada, entre otras cosas, porque, los que proceden de este modo, se sienten, en muchas ocasiones, de clase superior y destinados como gran dictador a regir las vidas y los designios del mundo, en este caso de sus empleados. Su único Dios, es el mismo  y, a lo sumo, su familia.
Las estrategias que usan los acosadores para no ser descubiertos: el hombre es el único animal con poder de fingimiento sobre la tierra, el teatro es lo suyo; de este modo,  ya se cuida el acosador de disfrazarse de acosado -el mal para no ser descubierto siempre se envuelve en el manto del bien- aunque por dentro, vaya la carcoma, devorando todo lo que cae a su alrededor. El acosador, por tanto, se guarda, mucho, de cuidar su imagen para con el resto del personal de la empresa y de sus clientes, con tal de no ser descubierto y, es por eso que, se disfraza de simpatía, de adulaciones, de dulzura, e incluso llega a copiar el lenguaje de la persona honesta; ser un farsante no importa si con ello alcanza su objetivo.
La única moral del acosador es su falta de moral; es por esto, qué, en los mismos evangelios se nos pone al descubierto el proceder de dichos personajes: Lucas (16, 1-8) Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz. Por estos versículos, del evangelio, se puede constatar que el hombre es y actúa como era y actuaba hace más de XXI siglos, o, incluso antes, desde el comienzo de los tiempos, cuando Caín mato a su hermano Abel porque su tierra era más productiva. Por suerte, aún, hay personas honestas; aunque, según, las escrituras, hubo épocas en la historia de la humanidad en las que ser humano se hizo tan corrupto que, gracias a la santidad de un solo hombre, Dios, finalmente, se inclinó por darle una nueva oportunidad, para salvarlo. Quien confía en Dios y pone su vida en sus manos, siempre llegará más lejos que el que confía en su dinero o en el Diablo.
La sangre, siempre, llama a la sangre y, cuando no, clama por justicia, Dios lo ve todo.
Consejos para salir del acoso laboral: Lo peor del acoso, no es el acoso en sí, porque el ser humano por si mismo es incapaz, en ocasiones, de medir y sopesar su propia degradación y degeneración, especialmente cuando no es observante de ninguna ley moral. Lo peor, por tanto, del acoso es la parálisis y el miedo que, a veces, envuelve a la víctima por miedo al futuro. En todo caso, es mejor morir pasando a la acción y haciéndote valer, qué, morir de inacción y miedo; lo importante es, pues, quitarse las anteojeras y mirar en todas direcciones, porque el mundo es muy grande y ofrece muchas posibilidades. La dignidad de la persona no reside en su trabajo, reside en él mismo por ser criatura e imagen de Dios; y, debido a ello, no hay trabajo bueno o malo, hay actitud buena o mala ante el trabajo, las personas te han de querer por ti, no por el lugar en el que trabajes, normalmente los más corruptos están en los extracto más altos de la sociedad, con lo que quiero decirte que, mientras se resuelve, o no, tu problema laboral, has de ir buscando otro trabajo esté, éste, mejor o peor considerado por la sociedad que el anterior; ten en cuenta que tu salud, está antes que tu imagen.
Segundo, no te aísles, busca apoyo en familiares, amigos y conocidos, ellos te pueden abrir otros campos, con otras perspectivas. Nadie te puede ayudar si no conoce tu problema; todos antes o después necesitamos los unos de los otros.
Tercero, busca apoyo en el sindicato o en algún abogado laboralista, aunque ten presente que nadie mejor que tú, si llevas muchos años en la empresa, sabe hasta donde estaría dispuesto ceder tu jefe; el quedarse en la empresa no siempre resuelve el problema, ya que las personas, una vez adultas, no cambian su forma de pensar y actuar, por lo que tarde o temprano volverán al acoso con otras artimañas.
Si tu mujer trabaja, o tú esposo, y podéis vivir de un sueldo, mejor eso, que gastarte, luego, los dos sueldos para arreglar el problema físico o mental que te puede traer el resistir el acoso por muchos años. Por tanto, apóyate en tu pareja, y si no encuentras trabajo en ese momento, hay muchas ONGS que te NECESITAN, eso ocupará tu mente para no centrarte en ti mismo, y en tu absentismo laboral; evitando, de esta manera, agudizar en tu depresión.
Cuarto, aprovechar para ampliar tus conocimientos en aquello que siempre quisiste aprender, y por falta de tiempo no pudiste.
Y, por último, recuerda que Dios nunca abandona a los que le buscan de sincero corazón y para ello te recuerdo estas palabras del Evangelio: Mateo (6, 25-26). “ Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas? ¿Y quién de vosotros, por ANSIOSO que esté, puede añadir una hora al curso de su vida?”… Siguiendo este enlace puedes encontrar más información.

 

Acerca de renaceralaluz

Decidí hace ya mucho tiempo vivir una vida coherente en razón de mis principios cristianos, lo que quiere decir que intento, en la medida que alcanzan mis fuerzas, llevar a la vida lo que el corazón me muestra como cierto: al Dios encarnado en Jesucristo con sus palabras, sus hechos y su invitación a salir de mi mismo para donarme sin medida. Adagio: El puente más difícil de cruzar es el puente que separa las palabras de los actos. Correo electrónico: 21aladinoalad@gmail.com

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