222Yo te ensalzo Padre por la obra de tu creación, por su variedad multiforme en su abanico de colores, aromas y formas; por el rumor del viento, el canto de las aves con sus vuelos acrobáticos, la anchura del universo inconmensurable y su sinfonía de equilibrios interplanetarios; por la naturaleza, germinadora, infatigable, de vida; por la algarabía e inocencia de los niños. Yo te alabo, por los regalos de cada día: el pan, los amigos, la salud. Por tantos hermanos entregados a tu causa, sin esperar otra recompensa, que no es poca, que Tú mismo. Alabado seas Padre por tu hijo Jesucristo que nos hizo a todos los hombres herederos de tu reino y tus promesas de vida: Él fue golpeado, azotado, traicionado, abandonado, acusado con mentiras y calumnias; para llevarnos a una vida nueva abundante de paz, salud y vida para los que en Él creemos. Si padre renuncio, por amor a tu hijo, a los ídolos de barros que antes adoré: al dinero, la lujuria, al hedonismo, la mentira, la cobardía. Sólo deseo tenerte a ti por el único y verdadero Dios que puede salvarme. Gracias por que cada instante de mi palpitar, Tú lo sostienes con tus manos poderosas; aún sabiendo que sólo soy polvo y ceniza. Abro la boca y me puedes hacer callar al instante, los ojos y cegarme como a Pablo, respirar y quedarme sin aliento. Todo, todo te pertenece, porque Tú lo creaste de la nada por amor. No hay minuto o segundo que no sea tuyo: Un secuestro y ya no estoy, un tsunami y desaparezco, un terremoto y quedo engullido, un atropello y herido mortal, un simple ruido atronador para hacerme desfallecer. TIENEN OJOS Y NO VEN, OÍDOS Y NO ESCUCHAN… PORQUE SU CORAZÓN SE HA VUELTO INSENSIBLE (Mateo 13, 14-16). Muchas veces te preguntas porqué te pasa esto y aquello, pero pocas veces te pones a confrontar tu vida, con las enseñanzas del evangelio, donde se encuentran todas las respuestas a tus porqués. Que pases buen dia hermano.

Acerca de renaceralaluz

Decidí hace ya mucho tiempo vivir una vida coherente en razón de mis principios cristianos, lo que quiere decir que intento, en la medida que alcanzan mis fuerzas, llevar a la vida lo que el corazón me muestra como cierto: al Dios encarnado en Jesucristo con sus palabras, sus hechos y su invitación a salir de mi mismo para donarme sin medida. Adagio: El puente más difícil de cruzar es el puente que separa las palabras de los actos. Correo electrónico: 21aladinoalad@gmail.com

Un comentario »

  1. Anónimo dice:

    Hermoso! !Profundo mensaje con gran sentido de entrega completa hacia aquel qué nos hizo de la nada y nos ha llamado ala santidad a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

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