Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno.

Estas palabras no dejan de ser sorprendentes para muchos en boca de Jesús, pero en realidad no lo son tanto, sabiendo que la gran mayoría de coetáneos suyos eran incapaz de identificarlo como el Mesías, y que Jesús mismo, en diversas ocasiones prefiere pasar desapercibido ocultando su identidad, para no ser interrumpido en su misión salvífica y redentora.
Por otro lado, estás mismas palabras, nos ponen de relieve, que, salvo Dios, nadie es bueno, y si alguno cree que es bueno, difícilmente la Gracia de Dios puede actuar en él, porque como el Joven Rico del Evangelio de hoy, ya encontró su tesoro en su propia vasija de barro, frágil y perecedera.
Es por esto, que, si nadie es bueno y yo deseo participar de la Vida Eterna junto a Dios, como el Joven Rico, tengo que seguir a aquel modelo que sí es bueno, y las enseñanzas que él me propone; ese modelo como sabemos es Jesús por ser él mismo, Dios (Yo Soy, el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre -a Dios- sino por mí).
Hoy Jesús a través de los mandamientos de la ley de Dios, una buena guía para examinarnos si es que nos creemos buenos, nos dice que no debemos poner nuestra salvación, en este caso, en las riquezas, lo que equivale al primer mandamiento: amarás a Dios por encima de todas las cosas.

Enseñanza: hoy Jesús nos invita a examinarnos, a ver qué tan bueno que soy, cuanto confío en él, y cuánto en mis asideros: llámense estos dinero, riquezas, personas, trabajo, familia, etcétera.

Oración: buenos días mi querido Jesús, maestro bueno, mi refugio, mi tabla de salvación, modelo de paz, de vida, de amor, de caridad. Hoy mi querido Jesús he de reconocer que aún tambaleó y me descompongo a veces cuando me fallan algunos de esos compañeros de camino que, como decía S. Pablo, pueden salvar el cuerpo pero no el alma, que en definitiva es de lo que se trata.
Señor, como pecador te pido que me ayudes a ver por encima de las apariencias y la temporalidad de las cosas. Te pido que aumentes mi fe, y que a diferencia del Joven Rico, tenga mi corazón libre para seguirte.
Señor creo, pero aumenta mi fe, y que yo recuerde siempre en la prueba que nunca me abandonaste.
https://evangeliodeldia.org/SP/gospel/2022-02-28

Acerca de renaceralaluz

Decidí hace ya mucho tiempo vivir una vida coherente en razón de mis principios cristianos, lo que quiere decir que intento, en la medida que alcanzan mis fuerzas, llevar a la vida lo que el corazón me muestra como cierto: al Dios encarnado en Jesucristo con sus palabras, sus hechos y su invitación a salir de mi mismo para donarme sin medida. Adagio: El puente más difícil de cruzar es el puente que separa las palabras de los actos. Correo electrónico: 21aladinoalad@gmail.com

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