«Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo»
En el evangelio de hoy
podemos observar tres enseñanzas interesantes: la primera de ellas es que Dios nos ha elevado a la categoría de hijos suyos puesto que Jesús nos trata como hermanos. De esta manera, pués, estamos llamados ha interesarnos por todos los hermanos en Jesucristo, como él mismo nos manda y lo ha hecho antes con nosotros.
En segundo lugar, Jesús nos dice que seremos Juzgados, no sólo por nuestro comportamiento moral, como queda de manifiesto en otros evangelios o incluso con los Díez Mandamientos, sino que del mismo modo e inexcusablemente, también por nuestras obras con el hermano necesitado.
Y en tercer lugar nos advierte de que habrá un juicio con recompensa de Vida Eterna, para los que practiquen la caridad, y un castigo eterno para aquellos que no lo hagan.
Oración: te doy gracias Padre Eterno por tu gran bondad, porque en este evangelio nos descubres que desde el principio de la creación tenias preparada tu heredad, tu Reino de Gloria, para todos tus hijos. Tú eres fiel Padre y, no obstante, pese al pecado de nuestros padres y los nuestros propios, mediante el sacrificio de la cruz de tu amadísimo hijo Jesús, has vuelto a abrirnos ese trono de Vida Eterna. Te pido Padre que llegué el día, que sienta tanto las necesidades de los hermanos como tú hijo Jesús, el cual hoy nos recuerda que la indiferencia y la inacción para con los más necesitados, es como si fuese dirigida contra Él mismo.
Gracias Padre por este nuevo día y por esta nueva oportunidad de obrar en tu voluntad.
https://evangeliodeldia.org/SP/gospel/2022-03-07
