17 Febrero
Viernes de la 6a semana del Tiempo Ordinario
El Evangelio del día
Evangelio según San Marcos 8,34-38.9,1.
Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará.
¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde su vida?
¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?
Porque si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con sus santos ángeles».
Y les decía: «Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de haber visto que el Reino de Dios ha llegado con poder».
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

San Carlos de Foucauld (1858-1916)
ermitaño y misionero en el Sahara

Cartas (Écrits spirituels de Charles de Foucauld, ermite au Sahara, apôtre des touaregs, Gigord, 1964),
“El que quiere seguirme, que tome su cruz y me siga”
¡Tratemos de ser uno con Jesús, de reproducir Su vida en la nuestra, gritar Su doctrina sobre los techos -con nuestros pensamientos, palabras, acciones- y hacerlo reinar y vivir en nosotros! ¡Tan frecuentemente Él viene a nosotros en la Santa Eucaristía! ¡Qué establezca en nosotros Su Reino!… Si nos da alegrías, aceptemos con reconocimiento. El Buen Pastor nos ofrece esas suaves hierbas para fortificarnos y hacernos luego capaces de seguirlo en los caminos áridos…Si tenemos cruces, besémoslas: la “santa cruz” es la gracia de las gracias, caminemos más que nunca con nuestra mano en la mano de Jesús. Aliviemos a Jesús llevando la cruz como Simón de Cirene. Nuestro Bien Amado nos invita a declararle y probarle nuestro amor…Penas del alma, sufrimiento del cuerpo, “¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo!” (Lc 6,23). Jesús nos llama, nos dice de confesarle nuestro amor y repetírselo el tiempo que dure nuestro sufrimiento…Toda cruz, pequeña o grande, toda contrariedad, son un llamado del Bien-Amado y Él nos pide una declaración de amor por el tiempo que dure la cruz… (…) Su Voluntad, mi hermano Jesús, y no la nuestra…Nosotros no queremos pensar en nosotros, tal como si no existiéramos. Sólo pensaremos en Usted, nuestro Esposo Bien-Amado. No pedimos nada para nosotros, le pedimos Su gloria “Que Su nombre sea santificado, que Su Reino venga, que Su voluntad sea hecha” en todos Sus hijos, en todos los hombres, en nosotros. Que lo glorifiquemos lo más posible durante nuestra vida…Que hagamos Su voluntad…, que consolemos lo más posible Su Corazón… Es todo lo que queremos, es todo lo que necesitamos…

Acerca de renaceralaluz

Decidí hace ya mucho tiempo vivir una vida coherente en razón de mis principios cristianos, lo que quiere decir que intento, en la medida que alcanzan mis fuerzas, llevar a la vida lo que el corazón me muestra como cierto: al Dios encarnado en Jesucristo con sus palabras, sus hechos y su invitación a salir de mi mismo para donarme sin medida. Adagio: El puente más difícil de cruzar es el puente que separa las palabras de los actos. Correo electrónico: 21aladinoalad@gmail.com

Puedes dejar tu opinión sobre esta entrada

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s