Sábado de la semana de Pascua
El Evangelio del día
Evangelio según San Marcos 16,9-15.
Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquella de quien había echado siete demonios.
Ella fue a contarlo a los que siempre lo habían acompañado, que estaban afligidos y lloraban.
Cuando la oyeron decir que Jesús estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron.
Después, se mostró con otro aspecto a dos de ellos, que iban caminando hacia un poblado.
Y ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero tampoco les creyeron.
En seguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les reprochó su incredulidad y su obstinación porque no habían creído a quienes lo habían visto resucitado.
Entonces les dijo: «Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.»
San Cirilo de Jerusalén (313-350)
obispo de Jerusalén, doctor de la Iglesia
Catequesis bautismal n°14 (Les catéchèses, coll. Les Pères dans la foi n° 53-54, Migne, 1993),l
*Eres establecido sobre la roca de la fe en la resurrección.*
“Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos… Se apareció a Pedro y después a los Doce” (1 Cor 15,20.4). Si no crees en el testimonio único, he aquí doce testigos. Si no tienes fe en los doce, cree en los quinientos: “Luego se apareció a más de quinientos hermanos al mismo tiempo” (1 Cor 15,6). (…)
Existen muchos testigos de la resurrección del Salvador. La luz de la luna llena, sexta noche de plena luna; la roca de la tumba que lo recibe (…); la piedra que corrieron que ha visto directamente al Señor, testigo directo de la resurrección y yace ahí hasta hoy. También los ángeles de Dios por su presencia son testigos de la resurrección del Hijo único.
Pedro, Juan y Tomás y todos los apóstoles. Los primeros porque corrieron al sepulcro y vieron los lienzos que lo habían envuelto en su sepultura, yacer en el suelo después de la resurrección. Los otros, porque palparon sus manos y pies, contemplaron el lugar de los clavos y todos juntos beneficiaron del soplo del Salvador y recibieron la fuerza del Espíritu Santo con el poder y honor de perdonar los pecados.
Otros testigos: las mujeres que se tomaron de sus pies y contemplaron la importancia del temblor de tierra, el esplendor del ángel y los lienzos que Cristo resucitado se había quitado y había dejado ahí. (…) Testigo también fue Pedro, que sin dudas había renegado tres veces pero al que tras la triple declaración, le fue propuesto apacentar a las ovejas místicas. (…)
Entonces, tienes cantidad de testigos