Jesús da su vida por ti y por mí, para que nosotros recobremos la Verdadera Vida, la que perdimos por apegarnos al pecado. El mismo que, por cierto, conduce a la muerte del alma y, en ocasiones, hasta la muerte física ya que ambas realidades están intrínsecamente unidas en el ser humano.

Lunes de la 4a semana de Pascua
El Evangelio del día
Evangelio según San Juan 10,11-18.
Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas.
El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa.
Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas.
Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí
-como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre- y doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor.
El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla.
Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla: este es el mandato que recibí de mi Padre».

San Antonio de Padua (1195-1231)
franciscano, doctor de la Iglesia

Sermón para el 2º Domingo de Pascua (Une Parole évangélique, Franciscaines, 1995),
“El buen Pastor da su vida por las ovejas” (Jn 10,11)
“El buen Pastor da su vida por las ovejas” (Jn 10,11). La característica del Buen Pastor es dar su vida por sus ovejas. Es lo que hizo Cristo: “También Cristo padeció por ustedes, y les dejó un ejemplo a fin de que sigan sus huellas” (1Pe 2,21). Alégrate porque Cristo murió por ti. Pero lee todo “les dejó un ejemplo a fin de que sigan sus huellas”. Ejemplo de ultrajes, padecimientos, cruz y muerte. “El buen Pastor da su vida por las ovejas”… ¡Qué inmensa misericordia! Dice el Salmo: “Él ama la justicia y el derecho, y la tierra está llena de su amor. La palabra del Señor hizo el cielo, y el aliento de su boca, los ejércitos celestiales” (Sal 33,5-6). Los apóstoles y todos los hombres apostólicos han recibido estabilidad del Hijo de Dios, para no ser como ovejas perdidas y poder mantenerse bajo el cayado del Pastor y Guardián de almas (cf. 1Pe 2,25). “Doy mi vida por las ovejas” (Jn 10,15). Es la prueba del amor que Cristo tiene por su Padre y sus ovejas. Sólo después de confesar tres veces su amor, Pedro recibió la misión de apacentar las ovejas y estar pronto para morir por ella… Señor Jesús, bendito por los siglos, te pedimos que te dignes contarnos entre las ovejas llamadas a estar a tu lado.

Acerca de renaceralaluz

Decidí hace ya mucho tiempo vivir una vida coherente en razón de mis principios cristianos, lo que quiere decir que intento, en la medida que alcanzan mis fuerzas, llevar a la vida lo que el corazón me muestra como cierto: al Dios encarnado en Jesucristo con sus palabras, sus hechos y su invitación a salir de mi mismo para donarme sin medida. Adagio: El puente más difícil de cruzar es el puente que separa las palabras de los actos. Correo electrónico: 21aladinoalad@gmail.com

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