Vuestra tristeza se convertirá en gozo. Así concluye el evangelio de hoy, y es cierto. Con la resurrección de Jesucristo sabemos, como dice la canción, que la muerte no es el final del camino, que no somos carne de un ciego destino. El gozo no solo es una esperanza en el mañana sino que es una realidad en el presente porque el Espíritu Santo eleva nuestras oraciones al Padre y así, en muchos momentos de la vida, hemos experimentado como hemos sido iluminados y ha atiendido nuestras necesidades; y sino hagamos un ejercicio en la memoria de nuestro pasado.
El gozo es igualmente palpable cuando observamos que el Espíritu Santo va suscitando en la historia de la Iglesia y en sus peores momentos, hombres Santos que la renuevan, así como nuevos movimientos dentro de la misma, que nos traen a la memoria las palabras de Jesús cuando dijo: Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo o aquellas otras de que las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella.
Evangelio del día
El Evangelio del día
Los santos del día
Oraciones
18 Mayo
Jueves de la 6a semana de Pascua
El Evangelio del día
Evangelio según San Juan 16,16-20.
Jesús dijo a sus discípulos:
«Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver».
Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: «¿Qué significa esto que nos dice: ‘Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver’?. ¿Y que significa: ‘Yo me voy al Padre’?».
Decían: «¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir».
Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: «Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras: ‘Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver’.
Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo.»
Catecismo de la Iglesia Católica:
Cuando Jesús vuelva
Jesús no revela plenamente el Espíritu Santo hasta que él mismo no ha sido glorificado por su Muerte y su Resurrección. Sin embargo, lo sugiere poco a poco (…). A sus discípulos les habla de él abiertamente a propósito de la oración (cf. Lc 11, 13) y del testimonio que tendrán que dar (cf. Mt 10, 19-20). Solamente cuando ha llegado la hora en que va a ser glorificado Jesús promete la venida del Espíritu Santo, ya que su Muerte y su Resurrección serán el cumplimiento de la Promesa hecha a los Padres: El Espíritu de Verdad, el otro Paráclito, será dado por el Padre en virtud de la oración de Jesús; será enviado por el Padre en nombre de Jesús; Jesús lo enviará de junto al Padre porque él ha salido del Padre. El Espíritu Santo vendrá, nosotros lo conoceremos, estará con nosotros para siempre, permanecerá con nosotros; nos lo enseñará todo y nos recordará todo lo que Cristo nos ha dicho y dará testimonio de Él; nos conducirá a la verdad completa y glorificará a Cristo. En cuanto al mundo, lo acusará en materia de pecado, justicia y de Juicio.