La resurrección de Lázaro:
Jesús en el evangelio de hoy aprovecha para darle una catequesis a Marta, a la que se le había muerto su hermano. Ella le está hablando a Jesús de la resurrección de la carne, del cuerpo de su hermano que acaba de morir hace unos días; le pide que lo devuelva de nuevo a la vida de los mortales. Sin embargo Jesucristo, sabiendo lo que realmente necesita el hombre, cada uno de nosotros, le propone a Marta, en tremenda circunstancia, la resurrección a una vida nueva en el espíritu, al que solo podemos llegar a través del hijo de Dios, Jesús mismo: la persona que cree en Él, en su mensaje y en su ministerio, tendrá vida nueva, vida plena, vida Eterna. Hoy en día, hay muchas personas empeñadas en buscar, desesperadamente, la felicidad que les lleve a una vida nueva en paz, pero la buscan por esnobismo, por ceguera espiritual, por personalismo, por escándalo de la Iglesia o alguno de sus hijos, en otros lugares, (en los que se agazapa, incluso, en algunos de ellos el diablo disfrazado de espíritu de luz) que se alejan del único que puede dar vida al mundo y vida en abundancia, Jesucristo. Y aunque haya muchas personas empeñadas en decir que puede haber otros caminos para encontrar a Dios, la realidad es que están contraviniendo las mismas palabras de Jesús, en Juan 14:6: yo soy el camino la verdad y la vida. O estas otras 1 Tim 2, 5: Porque hay UN SOLO DIOS, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, ”
Cf: https://evangeliodeldia.org/SP/gospel/2014-07-29