¿Cómo puedo expresar lo que siento? Añoro tanto… Quiero cultivar un jardín y plantar un rosal: un jardín donde el jilguero cante libre, donde los niños respiren hondo y en paz, quiero que mi jardín sea transitado por seres de mirada transparente, ávidas para dejarse contaminar de luz reparadora, de tal modo que, cuando lleguen las tempestades del camino, se pueda amortiguar su ímpetu destructivo en el entramado de sus raíces profundas. Quiero que mi jardín no tenga fronteras, porque las fronteras empobrecen a los que quedan cercados por sus límites, quiero ver en mi jardín un arco iris que junte orillas que nunca debieron estar separadas. Busco peregrinos en mi jardín que deseen inspirarse en sus flores, en sus frutos, en el arrullo de sus regatos y en la luz amortiguada por entre las hojas de su frondosa arboleda.
Pido para los que queden prendados de sus rosas, el mismo deseo que ellas tienen de abrirse al mundo y mostrar el deslumbrante secreto que las albergaba. Pido para los que hollen sus senderos despojarse del miedo que encontraron en otros jardines abandonados a su suerte; ya que deseo ser para ellos el jardinero que labre en sus corazones abonando de palabras el campo de su alma desgastada. Pido para los que vengan a reposar su cansancio y sosegar sus tempestades, en sus aguas cristalinas y sus verdes prados, dejar al descubierto en una exhalación el pasado que mancilló su inocencia. ¡Dejad amigos pues, de una vez por todas, henchir vuestros pulmones del aire puro que es amor y no buscar altares y pasarelas! ¡inhala el aire de la esperanza, que es savia nueva!
Si me lo permites, quiero ser para ti el jardinero que de vida, cobijo y sombra al niño asustado que llevas dentro. Por todo ello, deseo ser yo, mismo, el jardín donde os miréis sin envidias y recelos; el jardín donde el rocío de la mañana despierte del letargo profundo de una noche que no debió transitar por la órbita de tu piel temprana, como temprana fue tu herida, como temprano tu o tus verdugos, como temprana quedo mancillada tu inocencia, como veloz se despertó el escarnio, como temprana la ira. ¡Tanto madrugó…! que también madrugó la esperanza, el perdón, la aceptación de lo perdido y lo sublime de lo hallado. Gracias AMIGO ya se que estas. Mi jardinero eres tú, Dios mio. Yo me brindo para ser el tuyo, amigo hermano, caminante del camino de la vida.
Es hermosa la poesía porque es el arte de crear imágenes y sentimientos iguales a los que nos acompañan en nuestra alma. Gracias hermano porque en la tuya advierto a Cristo Jesús y al hacerlo siento un profundo sentimiento de amor divino.. Un abrazo
Gracias padre bendiciones para usted y su familia