san_pedro_cabeza_de_la_iglesia

¿Porqué decimos Cristo Iglesia no o, por otro lado, es más importante obedecer a Jesús que a la Iglesia, si ambos no se contraponen, ni están en litigio, sino que buscan y persiguen el mismo fin y les asiste el mismo Espíritu? Hay varias razones que motivan a tomar esta posición: en lo que se refiere a Cristo, porque hemos fabricado en el pensamiento un Dios que se acomoda a mi ideología y a mis intereses personales, un Cristo subordinado a mi concepción de Dios, del mundo o a mi forma de vivir. En cuanto al rechazo hacia la Iglesia se debe unas veces a los escándalos que provocan algunos de sus miembros, otras porque estorba a los intereses de poder de los políticos (la iglesia en su labor profética incomoda); y por último a la mala imagen que de ella presentan novelistas y periodistas con diversos fines, normalmente ideológicos y económicos: el morbo vende. En cuanto a los escándalos habría que decir que algunas personas se han infiltrado en la Iglesia para tener una tapadera, debido a su buena imagen, donde encubrir sus debilidades, y otros en cambio, no siendo malo esto que voy a subrayar, un lugar donde buscar refugio para aliviar su soledad, su angustia, o el milagro para sanar de su enfermedad. En definitiva, muchos nos hemos aproximado a Jesús y a su Iglesia de forma interesada, algo que forma parte de la condición humana, lo malo es cuando nos quedamos estancados ahí, y después de conocer a Jesús, por medio de la Iglesia, no optamos por el cambio y renovación de vida que nos pide y nos ofrece Jesucristo a través de su palabra y de su esposa, que es la Iglesia.

Ahora bien, yo me pregunto ¿porque decimos Jesús sí iglesia no, cuando el mensaje de Jesús y de la Palabra Revela por Dios en la Biblia es, si cabe, aún más radical que el de la misma Iglesia, la cual como bien sabemos su única misión es ayudar a vivir el evangelio de Cristo en comunidad, a conservar la tradición de los apóstoles y de la iglesia a través de los siglos y, por último, fijar la doctrina aclarando las Escrituras cuando estas se mal interpreten intencionadamente o no?
Con un poco de lógica, no es difícil de adivinar la antedicha consigna: Jesús no está ahora entre nosotros, se ha ido junto al Padre Eterno para que la Salvación y el Reino que él nos trajo (paz, amor, justicia, verdad y vida), mediante su Palabra y su sacrificio en la cruz, sea parte también del proyecto del hombre, no como una imposición de Dios, sino como una tarea a realizar y una conquista de cada individuo (asistido por el Espíritu Santo) que se adhiere, libremente, al proyecto de Dios que culminará en la Eternidad en toda su plenitud. Como decía san Agustín: Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti; es decir, en contra de tu voluntad. Pero como Jesús se ha ido y hace las cosas, por lo general, de modo natural -contando con el hombre y respetando su libre albedrío (no a lo Harry Potter)- va a respetar esa libertad que nos ha dado, para que hagamos incluso, muy a su pesar, un uso sesgado, partidista e interesado (muchas veces mediante el auto-engaño) de su Palabra. Muy al contrario, de lo comentado, es lo que sucede con la Iglesia, que al acompañarnos en nuestro devenir cotidiano a lo largo de los siglos, puede por cercanía -porque así se le ha conferido- sentar doctrina y llamarnos a obediencia. Por tanto, Dios se vale del mismo orden natural del mundo y de las reglas de los hombres, para que no erramos en el camino que nos conduce a la Plenitud de Vida que nos propone. De este modo queda explicado, porqué muchos dicen Iglesia no o la Iglesia en parte, mientras que aprobamos a Jesús «siempre». A Jesucristo “lo puedo manejar a mi antojo” interpretando las escrituras a conveniencia. Lo que yo veo aquí es falta de fe o ignorancia; puesto que si bien Jesús no va a aparecer para amonestarte en persona, si que habrá un Juicio particular y con consecuencias, atendiendo a la misma palabra de Dios, después de la muerte.

Pero este poder que tiene la iglesia de discernir, corregir, rectificar, fundamentar, disciplinar y apartar, estaría fuera de lugar si se lo hubiese dado ella así misma, que no es el caso. Es un poder que le ha dado Jesucristo a Pedro como fundamento y a sus apóstoles; el cual, además se ha ido transfiriendo de generación en generación, en la historia de la iglesia, hasta nuestros días a sus sucesores. En las escrituras se pone de manifiesto en varias ocasiones lo ya comentado: en una de ellas Jesús delega en Pedro su misma autoridad diciéndole: (Mateo 16, 18-19) Ahora yo te digo: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo». Jesús no delega condicionalmente, y además lo hace con solemnidad y énfasis, colocándose a sí mismo en primera persona (Ahora yo te digo).

Por otro lado, sabemos, también por las Escrituras, que la Iglesia es presentada en varios pasajes como la Esposa del Cordero, es decir la Esposa de Jesús, ¿y que nos dice S. Pablo de esta esposa en Efesios (5, 31-32) comparándola a un matrimonio? «Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; más yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia». Si forman un solo cuerpo ¿cómo podemos nosotros, pobres mortales, dividir ese cuerpo y otorgar más crédito a uno que a otro, si es el mismo Jesús, quien la guía, la purifica, la alimenta, y ha delegado en ella su misma autoridad?

Para hacer más énfasis en lo que acabo de decir y con mucha más documentación les dejo a continuación el siguiente enlace, donde se pone de relieve el celo de la Iglesia por el rebaño de Cristo, personificado en la persona del padre Luis Toro, nombrado por el Papa Francisco Apóstol de la Misericordia. El celo no solo por el rebaño en general, sino por cada persona en particular, como aquí manifiesta el padre ante un joven mormón, con mucho dolor de su parte, para que no se pierda en el engaño de una secta sin fundamento y en la trampa de la individualidad de los sentimientos personales (el suicidio también es un sentimiento). El video no tiene desperdicio de principio a fin, dura tres horas, por eso te recomiendo, o bien que te tomes tu tiempo, o que lo veas por etapas. En él se ve una demostración, más, de como las puertas del Infierno no prevalecerán sobre la Iglesia, la iglesia católica, la única fundada por Cristo.

La Iglesia Catolica recoje de algún modo este mandato de Jesús en los numeros 112 y 113 del Catecismo, confirmar en el siguient enlace cf: https://w2.vatican.va/content/dam/wss/archive/catechism_sp/p1s1c2a3_sp.html

Acerca de renaceralaluz

Decidí hace ya mucho tiempo vivir una vida coherente en razón de mis principios cristianos, lo que quiere decir que intento, en la medida que alcanzan mis fuerzas, llevar a la vida lo que el corazón me muestra como cierto: al Dios encarnado en Jesucristo con sus palabras, sus hechos y su invitación a salir de mi mismo para donarme sin medida. Adagio: El puente más difícil de cruzar es el puente que separa las palabras de los actos. Correo electrónico: 21aladinoalad@gmail.com

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