«Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van por allí.»

Estas palabras del Evangelio de hoy, son un toque personal para el examen de conciencia. Hoy deberíamos preguntarnos qué puerta he elegido, si no me diferenció de la mayoría de la gente, si acepto la cultura de la muerte (o la mayoría de sus propuestas), de igual modo que la cultura que atenta contra la propia naturaleza humana que nos impone normalizar lo anormal alejando al hombre de su propia y genuina identidad imagen y semejanza de Dios, si acomodo el evangelio a los tiempos que vivimos (mis palabras dice Jesús, no pasaran), si primo los intereses económicos y políticos, por encima de la ética y la moral, etc., es que estoy entrando por la puerta ancha, la puerta que lleva a la perdición, donde mi fe va por un lado y mi vida por otro, algo de lo que Jesús también nos ponía en guardia hace unos días diciendo que «no podéis servir a dos señores». No es fácil en ocasiones salirse del bucle donde nos hemos metido o al que otros nos han arrastrado, pero no podemos de dejar de vivir la fe por miedo a morir, la muerte va allegar de todos modos y, en cualquier caso no hay peor muerte que la que lleva al alma al territorio de la oscuridad y la decadencia, podremos disfrutar de esta vida todo lo que queramos y sin límites, pero a la vuelta de la esquina nos encontraremos con nosotros mismos, porque el vacío que llevamos de amor, de sentido y eternidad solo lo puede llenar Dios. Los mártires cristianos no buscaban la muerte física pero tampoco la temían porque no vivían ya para si mismos sino para Aquel que completaba el sentido de su existencia y de todo lo creado. Aquel que los coronaria con la gloria de su plenitud. Gloria que ninguna otra criatura posee por si mismo.
Parece contradictorio, muchos de los que viven para no morir al final terminan suicidándose, y los que mueren cada día a si mismo para hacer la voluntad de Dios se encuentran con la vida, misma vida del Resucitado, paz y gozo.

Resultado de lo que decimos: la primera causa de muerte no natural en España es el suicidio, también entre los jóvenes y seguirá en aumento, porque la sociedad y los políticos no quieren ver que el problema es de orden moral, no estructural como ellos pretenden hacernos creer para persistir en su error, en la cultura de la muerte y el asesinato del hijo Dios.

Oración: GENEROSIDAD

Señor, enséñame a ser generoso,
a dar sin calcular,
a devolver bien por mal,
a servir sin esperar recompensa,
a acercarme al que menos me agrada,
a hacer el bien al que nada puede retribuirme,
a amar siempre gratuitamente,
a trabajar sin preocuparme del reposo.
Y, al no tener otra cosa que dar, a donarme en todo y cada vez más a aquel que necesita de mí esperando sólo de Ti la recompensa.
O mejor: esperando que Tú Mismo seas mi recompensa. Amén.
P. Ignacio Larranaga.
https://evangeliodeldia.org/SP/gospel/2022-06-21

Acerca de renaceralaluz

Decidí hace ya mucho tiempo vivir una vida coherente en razón de mis principios cristianos, lo que quiere decir que intento, en la medida que alcanzan mis fuerzas, llevar a la vida lo que el corazón me muestra como cierto: al Dios encarnado en Jesucristo con sus palabras, sus hechos y su invitación a salir de mi mismo para donarme sin medida. Adagio: El puente más difícil de cruzar es el puente que separa las palabras de los actos. Correo electrónico: 21aladinoalad@gmail.com

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