Evangelio según San Mateo 10,16-23.
Jesús dijo a sus apóstoles:
«Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas.
Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas.
A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos.
Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento,
porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes.
El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir.
Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará.
Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del hombre.»
Comentario:
Estas palabras proféticas de Jesús se han cumplido a lo largo de la historia hasta el día de hoy. El Reino de Dios y el de las tinieblas son incompatibles ya que mientras uno es testigo de la Verdad el otro trata de silenciarla con todos los métodos posibles a su alcance para que no salgan a la luz sus crímenes; es decir las leyes que atentan contra la vida del hombre, contra su propia naturaleza, la inmoralidad y las injusticias sociales. A nadie le gusta tener testigos de cargo y por eso, bien desde el poder, como ya hemos dicho o bien desde las bandas organizadas de delincuencia, miles de creyentes son encarcelados y asesinados por todo el planeta. Crímenes que por otro lado, también son silenciados por los medios de comunicación, o cuando menos, no le dan el mismo eco que a aquellos atribuidos a otras causas discriminatorias de las que rápidamente hay manifestaciones por todo el mundo. Así vemos que solamente en México se han asesinado a 7 sacerdotes desde el 2018 y en África se pueden contar por miles los cristianos que son asesinados en las iglesias en sus celebraciones litúrgica. Ni que decir tiene que en los países totalitarios o bien el cristianismo está prohibido directamente o de lo contrario está totalmente adulterado y manipulado por el gobierno para que no pueda actuar según el el evangelio de nuestro Señor.
Jesús no nos engaña, desde el comienzo de su predicación nos habla con toda franqueza, para que no lo acusemos luego de seductor tramposo y por eso, en otro pasaje del Evangelio en (Mateos 5, 11) nos advierte de que a pesar de que él será nuestro proveedor -de que no nos faltara de nada- no por ello dejaremos de ser perseguidos de una forma u otra, y esto porque Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, entre otras -y una de las más importantes- la de ser libre para actuar, sin adherirse, por tanto, obligatoriamente a su voluntad.
Como prueba de ello, de la persecución en este momento histórico que nos ha tocado vivir a continuación dejo un enlace